Narra
Rouse.
Entre
miradas cómplices, roces de manos, su cintura pegada a la mía, sus
brazos aferrados a mi espalda y esa sonrisa que me daba la vida, los
minutos pasaron, y pasaron, hasta que se escuchó de nuevo la puerta
y el silencio volvió a adueñarse de la casa. Lo cierto es que no me
hubiese importado lo más mínimo pasar así el resto de mis días,
con su respiración compaginada con la mía, con sus labios aferrados
a mi cuello cada vez que reía y él me reprimía a base de
mordiscos. Perdí la cuenta de cuantas veces, sus labios
estuvieron a milímetros de los míos causando chispas visibles en mi
corazón.
Y
lo único que quería en ese momento era romper distancias.
_Justin...
-Susurré.
_¿Sí?
_¿Cuando
piensas salir de aquí abajo? -Acto seguido solté una carcajada
larga, que contagió su perfecta risa a un perfecto compás
compaginado con la mía.
_Vamos.
-Y salió él primero, tendiéndome la mano para ayudarme a salir.
Nos
volvimos a quedar a centímetros. El posó su mirada sobre la mía,
una sonrisa comenzaba a formarse en sus labios. Su mano, acariciando
mi rostro. Sus dedos, acariciando mi pelo.
_Eres
preciosa Rouse.
Y
sentí mi corazón pararse en ese justo momento. Sentí como se
rompía en dos mil pedazos y volvía a reconstruirse una y otra vez.
Mis ojos luchaban por no humedecerse de nuevo. Mis labios luchaban
por no besar los suyos. Mis manos luchaban por no enredarse en las
suyas. Mi corazón luchaba por parar lo que sentía en ese mismo
momento. En esa milésima de segundo.
_Y
tú eres increíble. -Susurré. Se acercó a mí de nuevo, y me
abrazó con fuerza. Con un sentimiento desconocido hasta ahora. El
reloj de la pared de Justin me alarmó en cuanto a la hora. Las 9:46
P.M. -Joder, qué tarde es. -Cogí mi móvil y él se giró a mirar
la hora en el reloj.
_El
tiempo pasa volando cuando estás agusto, ¿eh?
_Demasiado
Justin, demasiado. Tengo que irme... -Dije, con una auténtica
pesadez.
_Voy
contigo.
_No
voy a perderme -Reí.- Nos separan treinta segundos.
_Demasiado.
-Me sonrojé notablemente y acepté con una tímida sonrisa en mis
labios.
Cruzamos
el umbral de la puerta, y él miró varias veces hacia la izquierda y
la derecha. Cerró la puerta de un golpe seco que me asustó, para
gracia suya.
Su
brazo pasó por encima de mi hombro, y mi corazón no podía ya latir
con más fuerza. Le miré de reojo, y justo su lengua mojaba sus
labios. Cerré los ojos y reprimí un suspiro. Es totalmente
irresistible. Llegamos a la puerta de mi casa, y se escuchaba a mamá
cantar alegremente a casi las diez de la noche. Me miró y comenzó a
reír, al igual que yo.
_Que
descanses tonta.
_Buenas
noches idiota.
Volvió
a quedarse enganchado a mis ojos. Pero esta vez su mirada bajó a mis
labios. Un escalofrío. Él acortando distancias. Dos
escalofríos. Su mano en mi mejilla, y la otra en mi cintura.
Respiraciones aceleradas y entrecortadas. Nervios a flor de piel.
Centímetros entre nosotros.
La
puerta se abrió, y deseé que la tierra me tragase.
_¡Cucu!
-Intervino mamá. La que miró a Justin. Me miró a mí. Miró a
Justin. Miró a Justin. Abrió la boca. Me miró a mí. Se tapó con
las manos. Miró a Justin. -¿¡Pero tú!?
-Él
se limitó a sonreír.
_Encantado
señorita. -Y soltó mi cintura.
_Rouse.
-Me dijo seriamente. Tragué saliva. -¡ME TIENES QUE CONTAR MUCHAS
COSAS! -Se emocionó cual adolescente, causando una gran carcajada
por parte de los tres.
_Sí mamá. -Reí
avergonzada.
_Me encantaría
quedarme aquí, pero tengo que irme. Jeremy llegará pronto.
_¿Pero tú y
Jeremy...? ¿Osea que Jeremy es...? ¿Entonces tú eres...? ¿Y tú y
Jeremy sois...? Me estoy agobiando. -Y con el gesto de abanicarse,
entró en casa, dejando la puerta abierta.
Justin me miró, y
depositó un mojado y tierno beso en mi mejilla, extremadamente cerca
de mis labios.
_Dulces
sueños pequeña.
Y con las mismas, se
fue, girándose una última vez a punto de entrar en su casa. Entré
y allí estaba mi madre. De cuclillas. Encima del sofá. Con las
manos como muestra de petición.
_Empieza.
_Oh, mamá...
_Ahora.
_Tengo hambre.
_¡Rouse!
¡Cuéntamelo! Yo te lo cuento todo, eso no vale. -Dijo, como si
tuviese quince años. La adoraba.
_Está bien.
_¡Bien! -Y se hizo
una bola en el sofá dispuesta a escucharme de principio a fin.
Y así fué. Le
conté todo lo que me había ocurrido una semana aquí. Mentiría si
dijese que no volvieron a escaparseme unas cuantas lágrimas al
recordarlo todo.
No fui sincera del
todo. Le oculté lo de Jeremy. Por alguna razón y otra, consideré
que no debía contarle nada sobre Shara y él. Simplemente mi mente
pensó así.
Lauren lleva
ilusionándose con él desde que nos mudamos aquí. Su único amigo,
la única persona con la que se relaciona, aquí en L.A. Quizás eso
le dañase, y es lo último que querría.
Subí a mi cuarto,
con una sencilla ensalada en mi estómago.
Me tiré en mi cama,
suspirando enormemente y dando vueltas sobre ella como una niña,
riendo porque sí. Ahogué un grito contra mi almohada y volví a
reír. La abracé, y no se en que momento me perdí, ni en que
instante dejé volar mi mente, pero sé que dormí abrazada a un
sentimiento que perdurará en el tiempo, hasta que mi corazón deje
de latir.
Narra
Justin
Jeremy llegó a casa
sobre las once de la noche. Le había dejado la cena preparada en la
cocina. Yo, simplemente, me encontraba tirado en mi cama, intentando
ordenar cada uno de mis pensamientos.
Rouse era diferente.
Y me había bastado una semana para saberlo.
En ese instante en
que estaba tan cerca de ella, mi cuerpo deseaba haber acortado
tantísimo la distancia que nos separaba, que incluso me asustaba
pensarlo. Esas risas bajo mi cama, esa adrenalina a que nos
descubriesen, tanto a mí como a ella, sus escalofríos erizando mi
piel, ese olor tan propio de ella que ya me encantaba. Sus ojos
grises cual gata me mataban cada vez que me miraba o pestañeaba, con
sus sexys y largas pestañas que resaltaban todavía más el color de
sus ojos, grandes y achinados al mismo tiempo.
Dí otra vuelta más
en la cama. Miré hacia el techo, suspirando y cerrando los ojos.
Llevo soñando
toda mi vida con una melodía, pensando encontrar en ella la más
sincera poesía. Y esa musa que tanto esperaba, llevaba todo este
tiempo delante de mis ojos. No estábamos tan lejos. Vivíamos bajo
el mismo cielo y eso ya era suficiente.
Jeremy entró,
sacándome de todos mis pensamientos. No me gustaba nada haberle
visto con Shara. O haberle escuchado, mejor dicho. Ella jodió parte
de mi vida, y cariño es lo último que le tengo. Pero debía
disimular.
_Ey, marmota. ¿Ya
estás en la cama?
_Sí. -Contesté,
seco.
_¿Qué ocurre?
_¿Qué has hecho
hoy, papá? -Me senté sobre la cama.
_Eh, he salido. Con
unos amigos.
_¿Ah sí?
_Sí hijo sí, qué
raro estás hoy.
_Pues que bien. -Fue
a contestarme, pero le corté. - Mientes. Qué bien mientes.
_¿Perdona? -Entró
en mi habitación.
_Papá me importa
una mierda si has estado con Shara o no. Pero no me digas que has
estado con tus amigos cuando se escuchaban gemidos hasta en casa de
Lauren.
_¡JUSTIN! -Gritó.
-No vuelvas a hablarme así, ¿¡entendido!?
_¡No me mientas!
-Alcé la voz, la cual se quebró. -Volví a tirarme en la cama,
hecho una bola. No voy a llorar. No voy a llorar. No voy a llorar. Se
sentó a mi lado.
_Vamos Justin, no te
pongas así. Siento haberte mentido, ¿vale? No volveré a hacerlo.
-Acarició mi pelo. -Pero entiende que lo hago para protegerte. Se
que no os lleváis bien. Y no quiero pensar que tú crees que no me
importa como te sientas.
_No lo pienso.
_Me alegra saberlo.
Se hizo el silencio
durante unos segundos.
_Sabes que te quiero
más que a nada. -Susurró. No contesté. -Y se, que aunque esa
cabecita loca y orgullosa no sea capaz de decirlo, tú también me
aprecias. Soy tu padre. Aunque estemos juntos poco tiempo, es
suficiente para saber tan solo con escuchar tu voz, cuando necesitas
un abrazo. No se lo que rodea tu cabeza en estos momentos, pero no me
importa. -Se agachó y me abrazó. Correspondí y él me dio un beso
en la cabeza, tranquilizando todo lo que bombeaba mi cabeza en esos
momentos.
_Gracias Jeremy.
_No me llames
Jeremy.
_Gracias, papá. -Él
sonrió.
_Será mejor que duermas si mañana quieres ir a clase. Que
todavía con diecinueve años sigas en bachillerato...
_Sabes que no he
tenido tiempo.
_También se que tus
notas no son las mejores.
Si
supieras todo de mí, seguramente no volverías a dirigirme la
palabra.
Y recordé.
FLASHBACK.
_Kevin, qué moto
tan bonita. -Se me acercó Arianna, apoyando su mano en mi hombro,
dejándose caer. Llevaba unos ojos guapos. Reí. A saber qué había
fumado la loca de ella.
_¿Está guapa, eh?
-Me giré, apoyándome sobre la moto y agarrándola de la cintura.
-¿Qué es eso que fumas?
_¿Quieres? -Se
lamió los labios, mordiéndose el inferior. Me puso muchísimo.
_Depende de como me
lo des. -Arianna y su falda tan larga como la palma de mi mano, rió
pícara. Le dio una calada y me la pasó a modo de iguana; de boca a
boca.
_¿Así? -Su mano
fue directa a mi cintura, bajando poco a poco.
_Así mejor. -Me
cogió fuertemente de la nuca, agarrando mi pelo. Resoplé y me miró
a los ojos. El alcohol comenzaba a darme problemas a la hora de ver
bien. Mi nivel de testosterona solía aumentar con facilidad cada vez
que bebía, y mi líbido se disparaba a cada roce. En menos de dos
segundos, Arianna estaba sobre mí y mis manos sobre su trasero. Un
juego de lenguas, a ver quien atrapaba antes la una a la otra. Su
mano introduciéndose por debajo de mis pantalones.
_Qué mala eres.
_Me gusta serlo. -Y
con las mismas, se fue, moviendo el trasero de lado a lado. Dejándome
tan sofocado que juraría que salía humo de mis pantalones. Sonreí
de lado.
Dígamos, que no fue
la única de la noche.
FIN
DEL FLASHBACK.
Recordé aquella
noche y sonreí cómplice. No me quejaba de la vida que llevaba.
Disfrutaba como un capullo. Y volví a recordar a Rouse. Me hizo
sentirme culpable de aquello. Y ese sentimiento me asustaba.
7:20
A.M.
_¡Justin, llegarás
tarde a clase! -Me despertó Jeremy desde la otra punta de la casa,
así que imaginad el grito que pegó.
_¡Que ya voy!
-Contesté pesadamente desde la cama. Tras coger la ropa y darme una
ducha de la que salí a las 7:35, bajé a desayunar, dejando que mi
pelo revuelto se secase tal y como quisiera hacerlo. Jeremy salía
por la puerta a las 7:40, de camino a su trabajo.
_Qué pronto te vas
hoy, papá. -Me dí cuenta.
_Debo recoger a
Lauren. Hoy no puedo acercarte a clase. Tendrás que ir en moto. Más
te vale tener cuidado con ella. No me gustaría volver a tener
sustos.
_Soy un Dios de las
motos. -Chuleé.
_Lo creía hasta que
viniste con la nariz llena de sangre y la moto reventada. -Me vaciló.
_Qué amable. -Giré
la cabeza y miré por la ventana, viendo que Rouse salía de su casa
con su graciosa mochilita de colegiala y una falda de volantes negra,
con una camiseta roja. Levanté una ceja. -Pues parece que Lauren sí
va a llevar a Rouse a clase. -Él sacó la cabeza por la puerta y
gritó su nombre.
_¡Lauren! -Esta se
giró. Saludó enérgicamente con una sonrisa que me hizo escupir el
zumo que bebía, haciéndome reír. Jeremy me miró y negó con la
cabeza riendo. -¿Vas a llevar a Rouse? -Los labios de Lauren se
movían, pero mi padre no estaba entendiendo nada. -Espera, espera.
-Volví a reír viendo como corría a su lado.
7:48.
O salía ya, o no
llegaba. Cogí la mochila, con un estuche, un carpesano y un solo
libro, y salí de la casa, dándole una patada al zumo y viendo que
caía bastante lejos. Me giré y miré a Rouse, que me sonrió
tímida. Le guiñé un ojo y me metí en el garaje, arranqué la moto
y le metí gas, para hacerla rugir. Me volvía loco. Se escuchó un
“¡¡JUSTIN!!” de parte de Jeremy. Le contesté volviendo a rugir
con la moto.
Narra
Rouse.
El sonido de una
moto se escuchaba en la casa de Justin, cosa que interrumpía a mamá
y a Jeremy su charla. Justin salió disparado encima de una moto
roja, enorme, con unas ruedas que me encantaron. Se le veía tan
potente encima de ese bicho. Un casco negro le cubría la cabeza.
Paró justo al lado de Jeremy. Cerró los ojos, achinandolos, gesto
que me decía que estaba sonriendo. Me hizo un gesto con la mano,
diciendo que me acercase. Lo hice. Se levantó el casco.
_Buenos días
tontita. -Me dió un beso en la mejilla y me sonrió.
_¿Donde vas?
_Pues a clase, como
tú. -Rió irónico.
_¿Vas a clase?
-Abrí los ojos con fuerza. -
_No me conocen,
tranquila.
_Ah. -Miré el
reloj. Las 7:53. -¡MIERDA! -Grité.
_¡Rouse! -Me regañó
mi madre.
_No llego, no llego.
Voy a volver a quedarme fuera. Y volverá a venir Jack a reírse de
mí.
Justin rugió su
moto.
_¿Jack? -Rió con
cara de pocos amigos. -No.
_¿Qué pasa? ¿No
os lleváis bien?
_Hasta ahora sí.
Sube. No vas a ir andando.
_¿Qué? Me voy a
caer.
_Sube. -Justin
estaba serio.
_No te preocupes, no
me importa encontrarme con ese idiota.
_Rouse. Sube. -Me
tendió un casco que llevaba enganchado en sus pies, negro.
_Rouse bonita, no
tengas miedo. Justin conduce muy bien. -Me dijo Jeremy, que observaba
la escenita. Miré a mi madre en señal de aprovación. Se encogió
de hombros y se giró, andando con Jeremy hacia su coche. -Cogí el
casco. Me paré.
_Justin... -Giró su
cabeza. -¿Como se sube? -Él estalló en carcajadas.
_Pon el pie en esa
cosa que sobresale y apoyate en mis hombros, al otro lado hay otra
pata para que pongas el otro pie. -Lo hice, y me quedé sentada
detrás. Me entró vértigo. Era muy alta.
_Justin esto no me
gus...
_Agarrate a mí. -Lo
hice. -Más fuerte. Más. Muy bien. ¿Preparada?
_Te decía que esto
no me gust... -Y un grito cortó mi frase, haciéndome gritar, había
arrancado de golpe. -¡JUSTIN! ¡JUSTIN NO VAYAS TAN RAPIDO! ¡JUSTIN
POR FAVOR!
Aceleró.
Estaba riendo.
_¡ME VOY A MORIR!
-Aflojé mis brazos.
_Rouse no te
sueltes. -Era difícil escucharle por encima del motor. Me aferré a
él todavía más fuerte. Cerré los ojos y posé mi cabeza sobre su
espalda.
El moto se redució
hasta pararse. Suspiré y abrí los ojos. Todo el mundo nos miraba.
La gente cuchicheaba mirándome. Otros reían. Bajé de la moto,
mareada. Justin me quitó el casco y lo metió en el maletín de la
moto. Me sonrió y el timbre tocó.
Estúpidas pijas
llamaban a 'Kevin' lanzandole besos y risas. Él le guiñó el ojo a
una de ellas, con una falsa extremadamente corta.
_Se te va a ver el
culo bonita. -Mis celos atacaron. Justin me miró con una expresión
extraña que no conseguí descifrar. Le sonreí irónica y avisté a
Abbigail, corriendo a su lado.
MUY IMPORTANTE: Si has leído el séptimo capítulo, da click aquí y retuitea el tweet ♥
Cada vez somos más pequeñas, gracias por estar a mi lado. Os quiero muchísimo.
Aquí os dejo mi ask, por si queréis alguna cosa. Mi Twitter ya lo sabéis. ask.fm/xMrsBelieve
Os adoro princesitas.
Hola!! Bueno decirte que encontre por casualidad tu blog y como cotilla por naturaleza, le eche un vistazo. Y me ha encantado!!! Siguiente!! Si tienes tuenti, agregame: katrina tomlinson horan.
ResponderEliminarYa te agregué cielo
EliminarMuchísimas gracias ♥
ñfkjeñnkgn *-* enserio,tu novela es fantástica,siguiente :D
ResponderEliminarTan fantástica como tú ♥
Eliminar