“Otro día en
el instituto. Habían pasado dos semanas. El calor comenzaba a
hacerse notable, las clases insoportables debido a Arianna y a Jamie,
dos chicas inseparables, pero con una voz tan aguda que taladraba la
cabeza cada vez que hablaban. Justin también era un alumno de mi
clase, conocido como Kevin. Y llevaba todo el día aguantándome a mí
misma sin dirigirle la mirada, ni la palabra. No sabía una razón
cierta ni exacta, pero me dolía verle tontear con esas dos arpías.
Arianna destacaba entre todas las demás. Creo que tan solo la he
visto llevar pantalones a la hora de gimnasia. Si es que se le puede
llamar pantalón a un trozo de tela con medio trasero al viento
fresco. -Clavé tanto el boli en el último punto que hice un
pequeño agujero en la pagina de mi diario. Suspiré. -Se que él
no tenía la culpa de que Arianna o Jamie, o cien más fuesen detrás
de él diciendo completas tonterías tan solo para ganarse su
atención, pero mi corazón no entendía esas razones. Mi corazón...
Me asustaba tanto usar esa palabra. Había pasado de ser un ídolo a
kilómetros, a ser mi ídolo vecino. Andaba por mi cuerpo y mi mente
a zancadas, ocupando mis pensamientos la mayor parte del día. Su
mirada hacia mí cambia cada día que pasa. Sus ojos ya no son los
mismos. Sus besos cerca de mis labios cada vez me electrizaban más
la piel, mis latidos se aceleran a cada paso que se acerca a mí. Mi
corazón intenta salir de mí cada vez que le veo hablando con esas
estúpidas que matarían por tener un centímetro el pelo más largo,
o tener una talla más de sujetador. -Apreté mis dientes. Los
solté. Miré hacia arriba. Me relajé. - Mamá estaba últimamente
radiante de felicidad, y eso me hacía feliz a mí. En su trabajo
junto a Jeremy parecía ser que le iba genial, pues cada mañana se
iba más feliz. A veces me tocaba ir andando, otras en moto, con
Justin, el cual siempre me hacía gritar pidiéndole que bajase la
velocidad. Parece como si le gustase verme chillar como una niña
miedosa, la verdad. Jack aparecía pocas veces por el instituto, y
cuando lo hacía, venia acompañado de tres de sus amigos que ni
conocerlos quise. Intentar ligar conmigo se ha convertido en uno de
sus hobbys favoritos. Abbigail es cada día más genial. No soporta a
esas chicas, así que nos mantiene todavía más unidas. Muchos
chicos la tachan de “rara”, pero tiene el rostro más bonito que
he visto en una adolescente por el momento. Sus ojos son azules como
el cielo en un día despejado, y su pelo moreno los resalta todavía
más. Siempre está sonriendo cuando está a mi lado, a diferencia de
su expresión seria y borde cuando se trata de otras personas. Cada
día queda menos para olvidarme de todo y disfrutar de mi nuevo
verano, y mi nueva vida”.
Cerré mi diario.
Miré mi reloj y todavía quedaban unos diez minutos de clase. No
había venido la profesora Britte, de historia. Nos encontrabamos
perdidos por las afueras del instituto, dentro de él a la misma vez.
Miré a mi alrededor. Abbigail se encontraba leyendo un libro un poco
lejos de donde estaba yo. Jack venía hacia mí. Arianna iba hacia
Justin, que se encontraba en la otra punta. Habíamos tenido una
discusión esta mañana.Y los demás se encontraban cada uno
desperdigados por los rincones, a excepción de Jamie, que le comía
la boca a uno de los amigos de Jack en medio de la pista de basquet.
Espera... Jack venía hacia mí.
_Qué asco. -Levanté
las cejas y suspiré, observando a Jamie.
_¿Qué asco qué?
-Me contestó Jack, apoyándose en el banco en el cual estaba
sentada.
_No creo que
tengamos los mismos gustos.
_Intentalo. -Rió,
insinuante.
_Jamie y ese. -Les
señalé. Giré mi cabeza hacia donde se encontraba Justin, que ya no
charlaba alegremente con Arianna. Me miraba con los ojos fijos en mí
y en Jack. Arianna seguía hablando como si no se hubiese dado cuenta
de que Justin no le estaba haciendo ningún caso. Mi espiritu de
venganza salió en ese momento. Llevaba días viendo como me ignoraba
y salía de clases junto a Arianna, o Jamie, o Keyla, o cualquier
otra engreída. Miré a Jack. Me levanté. Me acerqué a él. -¿O te
resultan agradables sus besos pasionales aquí, en medio, y esa mano
que se le acaba de meter a Jamie por debajo de la camiseta?
Jack levantó una
ceja y sonrió de lado.
_Pues, depende de
quien provengan esos... besos. -Él también decidió acercarse a mí.
-Miré de reojo a Justin. Tenía los puños apretados.
_¿Y de quien
quieres que sean? -Sonreí falsamente. No sabía hasta que punto
estaría dispuesta a encelar a Justin. Jack seguía acercándose poco
a poco a mí. Me entró miedo. Me di cuenta de la situación que
acababa de causar por el simple hecho de llamar la atención de
Justin. Y me asusté. ¿Qué estas haciendo Rouse?-Me pregunté a mi
misma. -Tú nunca has hecho esto.
Pero él ya se
encontraba con sus manos en mi cintura y su rostro a menos de 25
centímetros. Decidí cerrar los ojos, me resultaría más pasable.
_Pues no estaría
mal que... -Alguien estiró de mi brazo, con tanta fuerza que incluso
me dolió. Abrí los ojos. Justin. Comenzó a andar conmigo agarrada
fuertemente del brazo. -¡Kevin colega! -Justin hacía caso omiso a
los gritos de Jack.
_¡Justin! -Le
repliqué. No me contestó. -¿Justin? -Me miró de reojo, y lo
cierto es que parecía enfadado. Nunca le había visto así. Ni
lejos, ni cerca de él. Decidí callarme y dejarle que siguiese su
marcha. Llegamos a la parte trasera de el recinto, a cinco minutos de
que sonase el timbre que anunciaba la clase de filosofía. Me soltó
la mano y andó unos pasos hacia delante. Suspiró y se giró hacia
mí con los ojos húmedos. Mi corazón se partió en dos en ese justo
momento.
_Justin yo... No sé
que ocurre pero, si he hecho algo mal, l-lo siento. -Dije, culpable.
No contestó.
_Vamos Justin, por
favor. -Me acerqué a él. No se alejó. Me acerqué más y puse mi
mano en su hombro. -¿Qué te pasa?
Justin tomó aire,
tembloroso.
_¿Por que tienes
que hacer eso? -Preguntó, al fin.
_¿El qué?
_¿¡Por qué coño
tienes que acercarte a él!? -Alzó la voz, asustándome. Di un paso
hacia atrás.
_Justin, no grit...
_¿¡Tú sabes como
mierdas me siento yo cada vez que te veo hablando con ese capullo!?
¡O con cualquier otro imbécil de este centro de mierda!
_¡Justin!
_¡No vuelvas a
dirigirle la palabra Rouse! ¡Te lo prohibo! -Mi boca se entreabrió,
asombrada. Dolida. Mis ojos también se humedecieron.
_Tú no puedes hacer
eso. -Mis labios temblaron, y una lágrima cayó en ese instante
desde mis ojos, perdiéndose en mis labios. Él fijó su mirada en
mis ojos. Se acercó a mí, al mismo tiempo que yo retrocedía. -Tú
tampoco sabes como me siento cada vez que veo como le guiñas el ojo
a esas chicas, o como tus ojos examinan sus perfectos uniformes. ¡Yo
sé que no soy perfecta! ¡Y sé que me conociste hace tan solo tres
jodidas semanas! Pero Justin, -me acerqué a él, con el rostro ya
húmedo, apretando los dientes y le señalé. -Ninguna de ellas.
Nadie. En su jodida y mísera vida. Va a quererte más de lo que mi
estúpido corazón lleva queriéndote durante casi cinco años desde
la otra punta del mundo.
Mis ojos se clavaron
en los suyos. Su respiración se aceleró. En una décima de segundo
su puño se estampó contra la pared, obligándome a retroceder. Su
rostro quedó a centímetros del mío.
_¡Suéltame Justin!
-Le di un leve empujón, a lo que él respondió agarrando de nuevo
mi mano, y con una moderada fuerza hizo que todo mi cuerpo se
moviese, quedando justo entre la pared y él de nuevo.
_No te vas a ninguna
parte Rouse.
_¡Sí me voy! ¡No
quiero estar cerca de ti un solo momento más!
_Yo no quiero que te
vayas. -Él contestaba relajado a mis sollozos.
_¿Ah no? ¿Seguro?
_Sí.
_No te creo.
_Creeme.
_Esta semana no has
hecho más que pasar de mi existencia y ligar con esas zorras. ¿Por
qué iba a creerte ahora?
_Porque ya no puedo
más.
Agarró mi nuca con
fuerza y en un simple pestañeo, sus labios se posaron sobre los míos
con una pasión desconocida para mí. Mil cohetes estallaron en
el interior de mi estomago. Mi corazón comenzó a latir de una
manera incontrolable. Mis manos se aferraron a su rostro. Sus
labios comenzaron a moverse encima de los míos. Un toque de labios
extremadamente sexy. Sentí como una lágrima desbordaba al fin su
lagrimal, ganando una batalla que nos llevó al camino de la
perdición desde la primera mirada que ambos nos regalamos. La
respiración de Justin era cada vez más fuerte. Ambos ladeamos la
cabeza al mismo tiempo, entreabriendo la boca y dejando que nuestras
lenguas se acariciasen con deseo. Una guerra entre ambas se forjaba
en ese mismo momento. Su mano fue a parar a mi pierna, acariciándola
de arriba a abajo. Mi mano, a su nuca, enganchando su pelo entre mis
dedos. Justin resopló en mis labios.
_No hagas eso. -Me
avisó. Reí y volví a tirar de su pelo. Cogió mi cintura en peso y
me colocó justo enredada en la suya. Calor.
Mordió mi labio
inferior, provocándome escalofríos imposibles de controlar.
_Justin...
_Hmm. -Se separó de
mis labios, mirándome a los ojos y respirando grandes bocanadas de
aire, bajándome de su cintura y dejándome de nuevo en el suelo.
_Nos van a ver. -El
se alteró todavía más ante esta frase.
_Eso es lo que más
gusta Rouse. -Volvió a atacar mis labios, y un segundo después, el
timbre sonó. Él gruñó entre mis labios y yo reí.
_Hora de irse.
Nuestras miradas se
encontraron, esta vez causando corrientes eléctricas en nuestro
interior. Acarició mi rostro. Me dio un beso fugaz y sonrió.
Sonreí. No pude evitar abrazarle.
_Vamos. -Me tendió
su mano. Tímida entrelacé la mía con la suya.
Entramos por la
puerta de atrás, hasta llegar a la clase de filosofía. La profesora
ya estaba dentro. Me saludó con una amplia sonrisa.
_Señorito Beasley.
-Dijo ella, refiriéndose a Justin. No pude evitar reír por su
apellido falso. Él suspiro.
_¿Sí?
_-La señorita
Britte miró su reloj, y contestó. - Nada, nada. Puede pasar. Hola,
Rouse.
_Hola. -Contesté
tímidamente.
_Bien, chicos.
-Britte se sentó en la mesa del profesor mientras los últimos
alumnos se sentaban en sus asientos. Yo, junto a Abbigail, a segunda
fila. Justin, junto a uno de los amigos de Jack que si no recuerdo
mal, se llamaba Mike, a última fila, lo más escondido posible.
-¿Alguien conoce a Nietzsche? El gran Nietzsche. -Miró por encima.
Todos se miraron entre sí. Yo permanecía callada, mirando hacía
mis apuntes. Amaba la filosofía. Yo le conocía y Abbigail lo
sabía.
_Rouse, a ti te
gusta todo esto, vamos, habla. -Me animó.
_Calla Abbi. -Le
amenacé.
_Señorita, ella
sabe algo.
_Me cago en tu vida.
-No pude reprimirme. Ella contestó con una risa floja.
_Así que Risbourn,
¿eh? ¿Sabe usted algo sobre Nietzsche?
_Yo.. yo.. S-Sí.
Leí unos libros hace unos meses...
_¿Y que nos podría
decir sobre él? ¿Qué es lo que más le llamó la atención al leer
esos libros?
_Eh... -Miré a mi
alrededor. Arianna se limaba las uñas. Jamie mascaba chicle cual
vaca pastando hierba. Mike y Jack hablaban al fondo. Justin me miraba
tiernamente esperando mi explicación. Me guiñó un ojo. Me sonrojé.
_¿Y bien? -Me
apresuró la señorita Britte.
_Nietzsche dijo que
nadie podía mostrarnos una serie de reglas. Que la única manera de
vivir era aceptando su nihilismo, y que no somos nada. Que nuestro
unico destino es la muerte. Pero que en esa “nada” que nos invade
encontraremos el camino al encontrarnos a nosotros mismos sin ningún
tipo de coacción o persona que intente cambiarnos. En esa “nada”
encontraremos que nuestro propio Dios somos nosotros mismos, y que
nadie puede decirnos si está mal o si está bien. Actuaremos bien si
nuestros sentimientos nos dictan que estamos haciendo lo correcto.
Que disfrutemos al máximo de la vida, porque lo que no nos mata nos
hace más fuerte. -Todos posaron su mirada sobre mí. Incluso
Arianna.
_Profesora. -Pidió
la palabra el chico que se sentaba al lado de Arianna.-Britte me
miraba fijamente. -Sita Britte. -Volvió a llamarla. Esta se giró.
_¿Eso quiere decir
que si yo pienso que matar a un hombre está bien, puedo hacerlo y no
tendré ningún tipo de remordimiento?
_Brian cariño, se
requiere un nivel de madurez para entender a Nietzsche. Y un mínimo
de coherencia. -La clase rió ante él- Por mucho que Nietzsche nos
de alas, la justicia no desaparece. Las leyes siempre estarán ahí.
Rouse. -Me llamó. Levanté mi cabeza hacia ella.- Me ha gustado. Muy
bien. Enhorabuena. -Le sonreí. Arianna rió por lo bajo.
_Cierra la boca,
arpía. -Le susurró Abbigail.
_Déjalo Abbi, no
merece la pena. No tiene cerebro. -Arianna nos miro con cara de pocos
amigos.
Pasaron las tres
horas restantes. El timbre sonó y los alumnos se dirigieron cual
avalancha hacia la salida para abandonar por fin las clases hasta el
próximo lunes. Abbigail caminaba a mi lado contándome sus ideales
sobre el pensamiento de Epicuro y Nietzsche. Ella también era amante
de la filosofía.
_No lo entiendo. Uno
dice que la muerta es una quimera, ¡que no existe! Pero sin embargo
Nietzsche nos dice que la muerte es lo único que tenemos. ¡Que
alguien me lo explique!
_¿Qué hay que
explicarte? ¿Por que todos te dan de lado? ¿O quizás hay que
enseñarte a como combinar la ropa? -Apareció Arianna junto a Jamie,
pasándonos por delante y riendo entre ellas, chocándose las manos.
_A lo mejor hay que
enseñarte a ti el significado de perra y la relación que tienes con
ellas.-Contestó seria Abbigail, causando un “Ohh” de fondo que
animó a todos a mirar.
_Abbigail vamonos
por favor. Nos esta mirando todo el mundo. -Cogí su mano y tiré de
ella hasta la puerta.
_Algún día acabaré
con su vida. -Dijo seria. Abrí mucho los ojos, mirándola asombrada-
No me mires así. Las ratas a las cloacas. -Estallé en carcajadas,
aunque mi risa se rompió demasiado pronto.
_¡Kevin! -Gritó
Arianna. Me giré lo más rápido que pude. Ella, acercándose de
nuevo a él. Mis dientes, rechinando.
_Ven conmigo Abbi.
-Cogí a Abbigail de la mano y corrí al lado de Justin.
_¿Qué pasa?
_Las ratas a las
cloacas, ¿no? -Le repetí.
_¿Rouse?
Arianna se acercó a
Justin, agarrando su brazo y sonriendo como la estúpida que era. Mi
rabia se multiplicaba. Comenzó a tocarse el pelo, enredándolo entre
sus dedos. Justin le sonreía sin ganas. Intentaba irse, y ella
insistía en quedarse con él. Mis puños se cerraron.
_Rouse, ¿qué pasa?
-Apreté la mano de Abbigail. -Me estás haciendo daño.
Arianna se mordió
los labios mirando a Justin. Él me avistó. Miró a Arianna y volvió
a mirarme.
_¡Eh, tú, niñata!
-Le grité, a un metro de ella.
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Abby ♥
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Queeeeeee!!!!????? Me has dejado ahi q mala ehhh!!!! Ya quiero el siguiente !!!!
ResponderEliminarJAJAJAJAJA
EliminarYa se subieron dos más <3
Siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!me encanta :)
ResponderEliminarHecho amor <3
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