Sus brazos aferrados
a mí, su respiración en mi oído, mis mano temblorosa buscando la
suya, mis ojos cerrados, sin saber exactamente cuando querían volver
a la realidad, pero, ¿qué coño? La realidad en este momento era
mejor que un jodido sueño.
_He estado soñando
contigo todo este tiempo. -Susurró a mi lado.
_Yo también te
quiero, ¿sabes? Y más de lo que tú pudieses llegar a imaginar.
_Déjame
descubrirlo.
_¿Cómo?
_Quedandote a mi
lado. -Click.
_Jamás me iría
ahora que te tengo.
Pasaron unos
minutos, en un silencio para nada incómodo, cuando caí en la cuenta
de que mi madre seguía esperando mi llamada.
_Mierda. -Murmuré,
sacando mi móvil. Él me ayudó a asegurarnos a la tierra llana, y
comenzó a sonar.
Primer toque.
Segundo.
Ter...
+¿Sí?
-Mami, soy yo.
-Justin rió. Me mordí el labio aguantando la risa.
+¡Hola cariño!
¿Qué tal todo? ¿Habeis cenado bien?
-Hola. -Volví a
reír. Maldito alcohol
+¿Rouse?
-Ui, sí, sí,
perdón. Me había despistado. Todo bien, hemos cenado pizzas.
-Justin tapaba su boca con su mano, aguantando la risa.
+Qué rara estás.
-Ella bufó. -¿Dónde está Abbigail?
-Está arriba en el
baño, poniendose el pijama, ibamos a dormir.
+Está bien, pues,
descansad cielo. Yo también estaba acostandome ya, que hoy madrugué.
-Lo sé, que
descanses mamá.
+Buenas noches
princesita, te quiero.
-Te quiero.
Pip, pip, pip.
_Por los pelos.
-Reí. Él sonrió, acercandose a mí. Sin decir una palabra, posó
sus labios sobre los míos. Sabían a una extraña mezcla de alcohol
y humo. Cuando sus manos comenzaron a perderse entre mi espalda, su
móvil sonó. Gruñó entre mis labios.
+¿Sí?
+Sí, dime.
+Con Rouse, en el
Taumel -Supuse que así llamaban a este sitio.
+Joder colega,
¿ahora?
+Ese tío es
gilipollas.
+¿Como está Gail?
-Giré mi cabeza de golpe.
+Vale, sí, está
bien, enseguida voy.
_Tengo que
marcharme. -Él parecía nervioso.
_¿Qué?¿Por qué?
Voy contigo.
_No, no. Espera
aquí, enseguida te traigo a Gail contigo. Ocurrió algo con Liam
_¿El qué?
_¿Por qué
preguntas tanto? -Su humor cambió.
_Justin, ¿qué
pasó?
_Peleas. Y a veces
las peleas acaban mal.
_Justin por favor,
no te metas. -Mi voz se quebró.
_Es Liam, Rouse. -Me
miró fijamente a los ojos.
_Pero...
_Nada de peros,
¿está bien? No va a pasar nada. Confía en mí. -Cogió mi rostro
entre sus manos.
_No me dejes sola,
por favor. -Mis ojos se humedecieron. Él se mordió los labios.
_Tengo que hacerlo.
Solo serán unos minutos, voy a traer a Gail contigo.
_¿Qué vas a hacer?
_Rouse, todavía no
sabes como somos realmente. Tan solo confía en mí. -Me besó en los
labios, y antes de que pudiese formular otra pregunta, se marchó al
trote. A los minutos escuché como su moto rugía. Miré a mi
alrededor, sintiendo como mi piel se erizaba por el miedo. Suspiré.
_Ay, ay, ay...
-Habló una voz conocida. Di un salto y me giré, con el corazón en
un puño, pero seguía sin ver a nadie.
_¿Quien eres?
-Grité, dando pasos hacia atrás.
_Mira quien tenemos
aquí, tan solita. -Un brazo se aferró a mi cintura, indicándome
que estaba justo detrás. Reconocí su perfume. Jack. Cerré mis ojos
con fuerza. -¿Dónde está tu querido?
_A ti no te importa.
-Solté mi cintura de su agarre con fuerza, comenzando a caminar a
paso rapido.
_¿Adónde vas
bonita? -Rió sarcastico, erizandome la piel y produciendome
escalofrios. No contesté, tan solo caminé más y más rápido. Las
ramas y las piedras del camino me dañaban los pies desnudos. -Rouse.
-Me llamó como si llamase a un perro. -Rouse ven aquí. -Estalló en
carcajadas.
_Que te jodan Jack.
Estás borracho.
_¿Y tú no? -Su voz
sonó más cerca de lo que pensaba. Volvió a agarrar mi brazo,
poniendome esta vez de cara a él, apretandome contra su cuerpo. Y me
sentí sucia.
_Sueltame Jack. -Le
desafié.
_Vaya, la gatita se
revela, eh. -Su mano tocó mi pelo, mientras un forcejeo tenía lugar
entre mi cuerpo y el suyo, humedeciendo mis ojos tras la impotencia.
-Shhh... -Agarró mi espalda con un brazo y tapó mi boca con su mano
restante. Las lágrimas desbordaron mis ojos. -No parecías tan perra
cuando quisiste besarme en el instituto. -Volvio a reír. Mi cuerpo
hervía ante las ganas de cerrarle la boca de un pueñtazo. Mordí su
mano y él gritó, separandose de mí. -¡Jodida perra no vuelvas a
hacer eso! -Gritó antes de descargar su rabia contra mí tras un
guantazo que tambaleó mi frágil cuerpo y me tendió en el suelo.
Mis lágrimas no dejaban de brotar insistentemente. Los sollozos
comenzaron a inundar el lugar.
_Eres repugnante.
-Escupí a sus pies. Su ira aumentó y se agachó, cogiendo mi brazo.
_¿¡Y tú!? ¿Quien
te crees para hacer lo que acabas de hacer? -No contesté. Él me
zarandeó. -¿¡Eh!? ¿¡Quien!?-Callé, mirandole a los ojos.
-Respondeme cuando te hablo.
_La señorita Beasley. Eso se cree. -Justin apareció, con sus manos en un puño,
y detrás de él Gail, con las manos en su boca. El mundo se cayó a
mis pies. Jack se giró hipsofacto.
_Kevin, tío, yo...
_Kevin tío yo...
-Le replicó Justin. Se acercó a él y le agarró por el cuello de
la camiseta. -¿Qué coño estás haciendo cabrón? -Jack se dispuso
a contestarle, pero le interrumpió. -¿¡Que cojones estás haciendo
con ella!?
_Yo...
_¡Me importa una
puta mierda lo que tú pienses! ¿¡Qué quieres, eh!?
_Kevin...
_¿¡Quieres que te
mate!? ¿¡Quieres que te vuele la puta cabeza y te tire por ese
barranco!? ¿¡Eso quieres hijo de puta, eso quieres!? -Acto seguido
descargó su rabia en un puñetazo que fue a parar a la cara de Jack,
el cual gruñó con dolor y cayó hacia atrás. Justin volvio a
arremeter contra él, esta vez tirandose encima y descargando
puñetazos sobre él. Jack retomó fuerzas y se lo devolvió,
haciendo que él se quitase de encima. Gail me ayudó a levantarme.
_¡Kevin! -Grité,
falsamente. -¡Kevin por favor para! -Sollocé con fuerza mientras
Gail tiraba de la camiseta de Jack. Este se le cayó encima, tirando
a Abbigail al suelo, cuando Justin volvió a cargar contra él, esta
vez contra su nariz, la que resonó fuertemente; estaba rota. Jack
chilló de dolor.
_¡Abbigail! -Tiré
de ella, levantandola. Justin se disponía a descargar de nuevo
contra él. -¡Justin para por favor! ¡Ya basta! -Cuando reaccionó
ante su verdadero nombre, mirándo fijamente a Jack, el cual se
retorcía en el suelo, restregando su rostro contra el suelo de
arena, ramas, y piedras. -Justin... -Susurré.
_¿Justin? -Se
confundió Gail. Abrió los ojos con fuerza, llevandose las manos a
la boca al darse cuenta de lo que pasaba. Él se levantó, con la
mirada fija en Jack, que tragaba tierra una y otra vez,
retorciendose. Se acercó a mí, desviando su mirada esta vez a
Abbigail. Mis ojos derramaban lágrimas constantes. Gail no sabia que
hacer, con sus manos en la boca. Justin me abrazó con fuerza. Sentí
como su pecho se contraía. Y su respiración se volvió costosa. Me
miró a los ojos.
Mi corazón se
partió.
En mil.
Dos mil.
Tres mil doscientos
pedazos.
Él lloraba.
_¿Estás bien? -Me
besó con fuerza. -Lo siento tanto. -Una lágrima ganó la batalla
contra su intento de derribarla. -No volveré a dejarte sola, lo
prometo. Lo prometo. Lo prometo. Lo prometo. -Volvió a besarme.
_Justin...
_No volverá a
tocarte te lo prometo.
_Justin...
_Lo siento Rouse.
_¡Justin! -Grité.
Él abrió mucho los ojos. -Estoy bien, tranquilo. -Vovió a cerrar
sus ojos, suspirando. Gail se aproximaba a Jack.
_Ni le toques Gail.
-Ella se detuvo en seco.
_Pero... no se
mueve. -Mis ojos se abrieron de golpe. Fui a su lado. Justin se
arrodilló y puso su mano en su pecho, en su nariz y en su muñeca.
_El hijo de puta
está vivo. Dejadlo.
El sonido de una
moto sonó. Liam. En unos minutos estaba arriba. Se paró en seco al
ver a Jack en el suelo, inmobil, y Justin con los puños llenos de
sangre.
_¿Qué coño has
hecho tío? -Él corrió a por Jack.
_No, qué coño a
hecho él, Liam. -Replicó Abbigail.
_¿Qué? -Liam le
tomaba el pulso.
_Ha intentando
abusar de Rouse, y le ha pegado, mira su labio. -Me señaló y me
escondí en mi pelo, avergonzada. Liam se levantó hasta estar a mi
lado y me levantó la cara tirando de mi barbilla.
_¿Estás bien?
_S-sí... Ju...Kevin
me ayudó. -Liam dirigió su mirada hacia Justin.
_Eres grande bro.
-Él le dedicó una mueca sonriente. Volvió a mirar a Jack. -Tantos
años y todavía no le conocía. -Negó con la cabeza. Suspiró y fue
al lado de Abbigail, dandole un romantico beso en la frente que me
hizo sonreír.
Narra
Justin
Bajamos a la llanura
de la montaña, un lugar mucho más seguro y cerca de nuestras motos,
alejandonos de Jack y de su repulsivo olor a Whisky.
_¿Qué ocurrió con
Adam? -Susurró Abbigail. Liam le dio un codazo, dirigiendo
hipsofacto su mirada hacia mí.
_¿Adam? -Curioseó
Rouse. Liam se llevó una mano a la frente, negando con la cabeza.
_Podrías haber
esperado a preguntar eso, ¿no? -Le replicó Liam a Gail.
_¿Quien es Adam?
-Insistió Rouse.
*[“_¿Jessi?
-La llamé. -¿Jessi, donde estás? -Abrí la puerta que daba a la
habitación de Liam, buscandola.
Nada.
_Jessi
no tiene gracia, sal ya. -Mi voz se tensó. En el silencio de la
casa, se escucharon pasos detrás de mí. Todo mi cuerpo se
estremeció. El gatillo de una pistola resonó por todo el pasillo.
El sollozo de una niña. Una puerta abriendose. Una silla de ruedas.
Jessi. Amordazada, lloraba. Pies, manos, cuerdas.
_¡Jessi!
-Corrí hacia ella cuando un disparo atravesó la pared. Mi cuerpo
cayó al suelo, con las manos en la cabeza. Jessi gritaba ahogada por
esa mordaza. El hombre que la llevaba en silla de ruedas acababa de
abandonar el lugar.
_Qué,
Beasley, ¿quieres ver como la hermanita de tu mejor amigo muere, o
prefieres morir tú por ella? -Un voz familiar llenó mis oídos de
su repugnante sonido. Apreté mi mandíbula.
_¿Por
qué haces esto Adam? -Escupí.
_Porque
es divertido ver como alguien tan bully como tú llora como una nena.
_No
vas a ver nunca eso. -Los ojos de Jessi se abrieron como platos y
comenzó a moverse. Había alguien más. Miré tras el rabillo de mi
ojo. Liam se acercaba a paso lento y silencioso. Jessi calló.
_¿Seguro?
-Su voz estaba mucho más cerca de lo que pensaba. -Ay, ay, Kevin...
Qué poco conoces lo que le pasa a los que se meten con la gente de
Adam. -No contesté. Volvió a preparar su gatillo y presionó su
pistola contra mi sien. -Aun estás a tiempo Kevin. Pide perdón y te
mataré. Pero sigue creciendote, y tu muerte será lenta y dolorosa.
-Jessi lloraba con más fuerza.
_Antes
prefiero que me atravieses de cabeza a pies. -Dejé salir, con ira.
Adam se agachó hasta quedar cerca de mi oído.
_Nunca
debiste haberle hecho eso a Oscar. -Dijo, refiriendose a la paliza
que días antes, su hermano Oscar se había ganado tras intentar
robarnos y abusar de Jessi, la hermana de Liam.
_Nunca
deberías haber secuestrado a Jessi. -Él rió irónico.
_¿De
verdad? Si yo te aprecio Beasley, podríamos formar un buen equipo.
-Volví a mirar por mi rabillo. Liam sacaba una rara barra de hierro
de su espalda.-¿Qué me dices? Tu pides perdón, y ella muere.
-Jessi ahogó un grito de nuevo. -Pero podrás estar de nuestro lado.
Tu vida por la suya. Es un buen trato Kevin. ¿No crees?
_Tu
vida por la nuestra. -Susurró Liam a sus espaldas. Acto seguido
levantó la barra de hierro, estampandola contra su sien, dejándole
completamente K.O., tendido en el suelo. Me levanté lo más
rapidamente posible, asegurandome que vivía y que no iba a
levantarse. Su pulso seguía ahí. Él dormía profundamente.
_Eso
va a dolerle mañana. -Anuncié. Fui al lado de Liam, que desataba
nervioso a Jessi. Le ayudé con los pies, mientras él terminaba de
desatarle las manos y le quitaba la mordaza. Jessi se abalanzó sobre
su hermano. Lloraba desconsolada en los brazos de Liam. Corrí hacia
el arma de Adam, asegurandome que nadie más salía de entre esas
puertas. Risas. Se escucharon risas. Liam se giró hipsofacto, con
Jessi todavía en brazos.-Detrás de mí. -Liam cogió de la mano a
su hermana, haciendome caso, cuando apareció el hombre que había
llevado a Jessi al medio de la escena, hablando por teléfono. Su
móvil cayó contra el suelo cuando preparé el gatillo entre ceja y
ceja de su rostro. -Largate. -Susurré.
Y
como una bala, desapareció en cuestión de segundos, escondiendose
tras una de las puertas. Le lancé el arma a Liam, el cual la
escondió en su espalda, y cubriendonos, salimos de aquel tugurio el
cual jamás deberíamos haber pisado.”]*
Rouse apretaba con
fuerza a Gail, la cual ya estaba curada de espanto.
_¿Como pudiste
hacer eso? -Susurró.
_¿El qué?
-Pregunté, confundido.
_Apuntar a alguien
con una pistola. -Los ojos de Liam se abrieron.
_Iban a matarles,
Rouse. ¡A Kevin y a mi hermana! ¿Qué querías que hiciera?
_¡No debió
rebajarse a su nivel!
_Rouse... -Intenté
decir.
_No, lo hiciste.
_Rouse, escuchame.
-Sus ojos se humedecieron. -Nunca he matado a nadie. Nunca voy a
hacerlo. Nunca he disparado una jodida arma. No soy así. -Ella
negaba con su cabeza, mientras su labio inferior temblaba. Liam
susurraba algo en el oído de Abbigail.
_Chicos, nosotros
nos vamos. Os vemos ahora en casa. -Miré a Gail, asintiendo con mi
cabeza, segundos antes de que entrelazaran sus manos y desaparecieran
entre los arbustos. Dirigí mi mirada hacia sus ojos, los cuales
apartaron mi mirada.
_Vamos, Rouse.
Creeme, jamás haría algo así. Tan solo quería deshacerme de él.
La hermana de Liam estaba a segundos de morir, ¿tan dificil es de
entender?
_¿Como sé que un
día no se te cruzarán los cables y esa pistola apuntará hacia
mí?-Una lágrima bailó sobre su mejilla.
_¿¡Qué!? -Abrí
mucho los ojos. -¡No! Nunca haría eso, ¿que te pasa por esa
cabeza?
_No conocía a este
Justin. -Mi corazón se quebró.
_A veces la realidad
choca, Rouse.
_Acabo de conocerte
y ya has revolucionado todo mi ser, haciendome hacer cosas que jamás
pensé. Provocandome sensaciones que ni la primavera. Y sin embargo,
sigo aquí. Acabo de enterarme de que casi le disparas a un tipo
entre ceja y ceja, y todavía no me he ido.
_No, no iba a
hacerlo. -Insistí. Me acerqué a ella. Dio unos pasos hacia atrás.
_Y no se si estoy
haciendo lo correcto.
_No temas. -Ella
seguía retrocediendo, hasta aproximarse demasiado a la cuesta de
tierra.
Un paso más, y
caería.
Dí una zancada, un
momento antes de que su pie volviese a ir hacia atrás, tambaleando
su cuerpo, el cual agarré por su cintura, acercandolo a mí.
_No digas que no
cuidaré de ti. No temas nunca, a ti sería a la última persona a la
que podría hacer el más mínimo daño. Creeme cuando te digo que
jamás he sostenido un arma y he disparado. Jamás. No soy así. -Me
acerqué a su rostro. Y sentí, por su respiración, su corazón
latir rapidamente. -Acabas de entrar en mi vida y en cuestión de un
mes ya te has convertido en todo lo que había deseado. -Dije antes
de presionar mis labios contra los suyos. Intentó separarse de mí,
pero mi mano envolvió su nuca, apretandola más a mi cuerpo, y
cedió. Su cuerpo se relajó y correspondió mis besos. Sus brazos se
aferraron a mi cuerpo, pasandolos por debajo de mis hombros,
abrazandolo. Mis manos bajaron a su cintura, acercandola.
_No vuelvas a
dejarme sola. -Susurró, dando dulces besos sobre mis labios.
_No podría
separarme de ti ahora que te tengo.
_Te quiero, Justin.
-Sus manos agarraron mi rostro, para besarme con pasión. Mi cuerpo
comenzaba a calentarse, y la ropa comenzaba a sobrar.
_Yo también te
quiero pequeña. -Susurré, dejando a nuestras lenguas luchar entre
ellas, acariciandoe suavemente, haciendo nudos entre ellas, mordiendo
mis labios, lamiendo las comisuras. Su respiración se agitó y
apreté su trasero contra mi parte baja. Ella lo notó y gimió. Mi
cabeza comenzaba a volar y mi cuerpo pedía sed de ella. Mi mano fue
a parar a su espalda, desnuda debido al top que llevaba, por debajo
de su chaqueta de cuero. Ella tiró de la evilla de mi pantalón,
haciendo que mi cadera chocara contra la suya. Y también Jerry. Así
llamaba yo a mis partes íntimas. Volvió a devorar mis labios, con
más fuerza y deseo esta vez, tirando de mi cabello y haciendo que
sintiera como si fuese a explotar en ese mismo momento. Ataqué su
cuello con mis labios y dientes.
_Justin... -Susurró,
entrecortada. - Justin... -Apretó mis brazos.
_Hmnm...
_Deberíamos ir
yendonos a casa de G-Gail... -Abrió su boca, inhalando una gran
bocanada de aire, estremeciendose ante mi mano bajo sus pantalones,
acariciando su trasero justo cuando mis dientes se clavaron en su
cuello, arrastrando su piel hacia mí.
_No quiero ir.
_Se preocuparán.
_Que les jodan.
_¿Y si continuamos
esto en la cama? -Mi corazón dio un vuelco. Reí. Me relajé,
separando de ella y tomando su mano.
_Nena, ¿sabes algo?
-Ella ladeó su cabeza, confusa. -Soy un chico acostumbrado a este
tipo de cosas. Alcohol, fiestas, adicción, dinero, sangre e incluso
chicas. -Bajó su cabeza, pero tiré de su barbilla, volviendola a
levantar. -Y sé que todo esto es nuevo para ti.
_Pero a mí me
gusta... -Volví a reír.
_Y también se que
es la primera vez que vives este tipo de cosas. -Fue a hablar, pero
la interrumpí. -Y que todo es nuevo para ti. Increíble, extraño,
impactante, alocado quizás. Pero a veces hasta el mejor, se
tambalea. A veces, hasta el más rapido afloja la velocidad. Hasta el
más grande, se vuelve pequeño. A veces hasta el más fuerte, se
siente derrotado. Pero hay una cosa especial, que solo algunos pueden
llegar a sentir. Esto, Rouse. -Puse su mano en mi corazón. -Cuando
esto te pide que vayas despacio. Eso es algo que pocas personas
pueden alcanzar. Y es la máxima cima que nadie podría llegar a
escalar. Ese momento en que tu vida es la velocidad y la adrenalina,
y sientes el enorme deseo de parar el mundo. Parar el mundo porque
aunque estuviese siete vidas a tu lado, jamás me cansaría de
admirar cada uno de tus detalles, y de tus defectos. Parar el mundo
para tumbarme a tu lado y contar cada uno de tus lunares. Parar el
mundo para saber de memoria cada una de tus sonrisas, y de tus
enfados, y conocer cada una de tus lágrimas. Ponerle nombre a cada
risa que se escapa de tu boca. Parar el mundo, para
demostrarte, que no me importa esperar cien años, si detrás de
cada batalla, tú me esperas.
El trayecto a casa
fue tranquilo, con sus brazos aferrados a mi abdomen y una sonrisa
permanente en sus labios que hacían que el mismo cielo tuviese
envidia y el mejor artista quisiera robar la obra de arte que
significaba para mí su felicidad.
Tocamos el timbre
varias veces, pues nadie contestaba. Al tercer timbrazo, Liam nos
recibió, en calzoncillos, sin preocuparse por tapar su erección.
_Hola chicos. -Y con
las mismas, se fue de nuevo escaleras arriba, rascandose la espalda.
Estallé en carcajadas ante el rostro de horror de Rouse.
_Ni que nunca
hubieses visto a un chico en calzoncillos. -Reí. Ella se ruborizó y
bajó su cabeza. Mi risa se cortó. -¿Rouse? -Ella escondió su
rostro tras su pelo. -¿En serio? -Ella afirmó con su cabeza,
asintiendo. -¿Tú nunca...? -Negó. Mis ojos se abrieron. -Vaya...
-Rasqué mi nuca.
_¿Es un problema?
_¿Eh? No, no. Para
nada. Me parece genial tonta. Pocas chicas como tú en este mundo.
-Entré en casa de Abbigail, haciendole pasar a ella y cerrando la
puerta detrás de mí. Ella sonrió, y bostezó.
Narra
Rouse
Miré mi reloj, las
2:30 marcaban. Juraría que era más pronto. Subimos la escalera, con
nuestras manos entrelazadas, y él abrió una puerta dejando ver una
habitación, oscura debido a la noche. Justin encendió la lámpara
de una de las de mesitas, dandole algo de vida a la habitación. Mis
mejillas se encendieron cuando avisté en la mesita una caja de
preservativos. Justin rió.
_Oh, Abbigail... -Me
ruboricé.
_Es así. -Él la
metió en uno de los cajones de la mesita. Se sentó en la cama,
dejandose caer hacia atrás, soltando un gemido de satisfacción al
estirarse. Yo reí, sentandome a su lado. Él me miró y tiró de mí,
tumbandome con él, y pasó uno de sus brazos por mi tripa. Su mano
acarició mi rostro y nuestras miradas se encontraron, haciendo
saltar chispas que encendieron mi corazón, haciendolo arder.
_Eres tan bella...
-Susurró mirándome a los ojos.
_No lo soy.
_Las princesas te
envidiarán.
_No lo hacen. -Él
rió.
_Y tan vergonzosa...
-Se levantó de la cama y se dirigió hacia la puerta.
_¿Adónde vas?
-Pregunté, confusa.
_A llamar a Liam,
vamos a dormir bien esta noche. -Me lanzó una bolsa con algo dentro.
Olía muy fuerte. Y lo reconocí. Abrí los ojos, pero un deseo de
curiosidad recorrió mi cuerpo. Me mordí los labios. ¿Pero qué
coño, Rouse?
A los pocos
segundos, entraron Abbigail, con un pijama muy corto, rojo, y Liam,
esta vez vestido con unos pantalones de chandal largos, y Justin, el
cual se había deshecho de su camiseta. Abbigail me sonrió y se tiró
encima mía, jugando.
_¡Me aplastas!
¡Ouch! -Me quejé, ante su rodilla clavada en mi tripa. Ella reía
con fuerza. Se levantó y se sentó en la cama, a mi lado, observando
como Justin y Liam hacian su trabajo. Una vez todo estuvo hecho, Liam
se sentó al lado de Gail, y Justin cerca mío. Encendieron aquello,
desprendiendo un olor que entró por todo mi cuerpo. Momentos
después, Liam se lo tendió a Abbigail, la cual lo enganchó entre
sus labios con facilidad. Yo abría mucho los ojos, tensa. Justin me
miró y ladeó su cabeza.
_Yo.. yo no sé
fumar eso. -Susurré. Él rió con ternura. Le dio una calada, larga,
extensa, y densa. Agarró mi cara entre sus manos y junto ambos
labios, pasandome el humo cargado de aquella sustancia nueva para mí.
Mi garganta sintió ardor y mis pulmones se llenaron. Mi cuerpo se
relajó y saboreé aquello durante unos segundos. Le sonreí. -Me
gusta.
_Esta es mi chica.
-Los cuatro rieron ante mi nuevo paso hacia su mundo, del cual sabía,
que cada vez me costaría más volver a mi vida normal. Pero, que le
jodan a lo demás. Estoy aquí para vivir el presente, y ¿sabéis
qué? Que soy feliz. Más feliz de lo que nunca he sido. Y me gusta.
Soy exactamente
como quiero ser.
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Muchísimas gracias por estar a mi lado en estos momentos, no demasiado buenos para mí. Pero prometo que todo volverá pronto a la normalidad.
Os quiero más que a mi vida.
Mi Twitter: @xMrsBelieve
Mi ask: ask.fm/xMrsBelieve
Por fin termine de leer :) y me encanta tu novela , es genial de verdad , espero el siguiente con ansia :) XOXO
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